Sin importar nuestra edad y el trabajo que desarrollemos, nuestra piel está constantemente expuesta a varios agentes que pueden, a la larga, llegar afectar nuestra piel y por ende nuestra salud. Siendo la piel nuestra principal y más importante barrera contra los agentes externos, es nuestra tarea el asegurarnos de protegerla, no solo por belleza sino también, y más importante, por salud.
Son varias las fuentes de exposición y los agentes involucrados en el desarrollo de Enfermedades Laborales de la Piel, y no hay trabajo que no tenga al menos un riesgo implícito, por lo que a continuación se describen algunos de los principales agentes de exposición relacionados con el desarrollo de enfermedades laborales de la piel y el tipo de trabajo en el que hay mayor probabilidad de exposición.
Fuente: OSH Wiki
Factores como: la exposición a la radiación solar, el viento, la humedad; la falta de protección, la exposición continua a agentes químicos como disolventes, la falta de protección y el envejecimiento natural desgastan a nuestra piel, y es necesario, que diariamente, tomemos las medidas de protección necesarias para protegerla. Cabe recordar, que la piel es un órgano delicado, susceptible de peligros potenciales como:
Quemaduras
Cortes, raspones, golpes y otras heridas
Dermatitis
Absorción de materiales peligrosos
Congelación y otras consecuencias de la exposición al frío.
Quemaduras en sus distintos tipos
Aún cuando es deber de la empresa para la que trabajemos, proporcionarnos los medios necesarios y suficientes para proteger y cuidar nuestra salud, hay que recordar que también es nuestra obligación el cumplir con los procedimientos de seguridad implementados en nuestra empresa y realizar pequeños actos que impactarán en gran medida en el mantenimiento de nuestra seguridad y salud.
CONSEJOS PARA LA PROTECCIÓN DE LA PIEL
Antes del trabajo:
Evalúe los peligros potenciales para la piel en su lugar de trabajo, aleje del mismo toda sustancia química peligrosa, fuentes de radiación, elementos corto punzantes u otros materiales peligrosos.
Si va trabajar con productos químicos peligrosos, revise la etiqueta del producto y mantenga a la mano la Hoja de Datos de Seguridad del material.
Si va a realizar un trabajo bajo el sol, proteja su piel con un protector solar con FP ≥50. Además, protéjase con un sombrero de ala ancha y no olvide que la ropa debe ser la adecuada para el clima en el que desarrollará sus actividades.
Use la ropa de protección prescrita para su tipo de trabajo; inspeccione su condición antes de usarla; cubra la mayor parte posible de la piel potencialmente expuesta.
Cubra cortadas y raspones con vendajes, si es posible, antes de usar el equipo de protección personal.
Durante el Trabajo:
Mantenga los recipientes de productos químicos cerrados cuando no los esté usando.
Siga los procedimientos de seguridad establecidos por la empresa.
Cuando vaya a utilizar productos químicos, use los materiales menos peligrosos que le permitan hacer el trabajo.
No comparta su equipo de protección personal, a menos que haya sido muy bien lavado y desinfectado.
Si trabaja en una oficina, ventile la habitación abriendo las ventanas o puertas de forma periódica, esto les permitirá a sus células oxigenarse y disminuir las concentraciones de CO2 en lugares cerrados.
Mantenga su piel hidratada a todo momento; tenga a la mano un loción o crema hidratante y beba la cantidad de agua diaria recomendada de dos litros, o más si su trabajo se desarrolla en climas áridos o muy calurosos.
Después del Trabajo:
Lave muy bien las áreas de exposición con agua y jabón (y seque) antes de: comer, beber o aplicar cosméticos, al final de cada jornada de trabajo, ya que los residuos químicos podrían penetrar a su organismo a través de la comida que ingiera o los productos de absorción que aplique.
No limpie la piel con disolventes o detergentes industriales. A más de los riesgos potenciales por inhalación, muchos disolventes pueden: penetrar la piel y entrar directamente en el torrente sanguíneo, causar eccemas e irritación y destruir las defensas naturales de la piel volviéndola vulnerable a otros agentes externos.
Si ha trabajado con químicos peligrosos; retire rápidamente el equipo y ropa contaminados y procéselos de la manera que dicte el protocolo de seguridad de su empresa.
Limpie y enjuague el equipo personal de protección, después de cada uso, los químicos o agentes nocivos como patógenos podrían seguir contaminando otras áreas aún después de terminada la exposición.
Si su trabajo involucra el uso de sustancias químicas o patógenos, al momento de retirarte los guantes, procura que la parte externa de los guantes no toquen tu piel, dóblelos sobre sí mismos y descártelos de modo seguro.
Autor: Alexandra Díaz
Consejos Generales:
No menosprecies ninguna herida relacionada con la piel, toda herida es una puerta a agentes infecciosos que podrían entrar en tu organismo y enfermarlo. Limpia la herida con agua y jabón, y dependiendo de la magnitud de la herida, sécala y cúbrela con un vendaje limpio que no se pegue a la herida.
Revisa posibles cambios como: lunares, manchas y tono general de la piel, de forma periódica. Busca atención médica inmediata si observas cambios como: cambio del tamaño y forma en lunares o marcas de nacimiento, eczemas, descamaciones, manchas o protuberancias nuevas y úlceras que sangren y no sanen después de un par de semanas. El mejor momento para hacerse un autoexámen de la piel es después de bañarse o ducharse.
Use contenedores de desechos adecuados y clasificados para la basura. Tú lugar de trabajo debe permanecer siempre limpio.
Mantén estaciones de lavado de ojos y duchas de seguridad siempre disponibles, si tu trabajo posee riesgos de contacto con químicos o sustancias irritantes.